En esta Nicaragua que vibra con el talento de su gente, que resplandece con los colores del arte y late al ritmo de la esperanza, hay una figura que sintetiza la ternura de la maternidad y la firmeza de una lideresa cultural.
El día 15 de mayo, se cumplieron 77 años de la “Nakba”, la catástrofe del pueblo palestino. Es el momento en el que más de 750.000 palestinos y palestinas fueron expulsados de sus hogares y de su tierra en Palestina por los sionistas de Israel.
Este 30 de mayo Nicaragua, se pinta de rojo, del color encendido de la vida que simboliza a cada una de esas bellas, lindas y tiernas mujeres que como instrumentos de Dios.
La revolución nunca ha sido solo una cuestión de hombres. En Nicaragua, las mujeres empuñaron las armas, organizaron la resistencia, desafiaron el terror de la dictadura.