Como marco de análisis de todos los asuntos políticos y muchos asuntos económicos del mundo actual está el hecho de que vivimos un nuevo tipo de guerra mundial.
Estoy plenamente convencido que toda la cochinada que hasta ahora ha vertido el inframundo mediático del terrorismo, pretendiendo callar las voces que clamamos por la paz y en consecuencia estamos por la continuidad del modelo transformador.
Hay dos oposiciones en Nicaragua: la constructiva, que ha formado coaliciones y presentado candidatos para las elecciones de noviembre; y los destructivos, que han intentado desacreditar el proceso electoral.
Históricamente, los partidos conservador y liberal habían gobernado Nicaragua. Ellos se traspasaban el poder mediante elecciones fraudulentas donde el presidente, siguiendo los términos de referencia de la “democracia” yanqui.
Un siglo y medio nos ha demostrado que la intromisión de Estados Unidos en Nicaragua nunca tiene por objeto mejorar la suerte del pueblo de esa nación, y sólo sirve para promover la agenda imperialista de Washington.