La ignorancia tiene tres condiciones fatales que la bestializan y son no saber lo que debiera saberse, saber mal lo que se sabe y saber lo que no se debiera saber y quienes deberíamos estar obligados a mantener memorizados esos pasos
El miedo les carcome las suelas de los zapatos porque el pueblo sandinista desde la plaza pública está pidiendo justicia por sus crímenes, voz del pueblo que se escucha como “un trueno de voces juntas”.
Las ciudades nicaragüenses están sin barricadas y se reanuda la vida normal. El sentimiento que prevalece es de alivio, y los comentaristas mejor informados han empezado a concluir que el intento de golpe ha fracasado.
Hoy muchas de estas maras están detenidas y están siendo investigadas, otras que se sienten culpables y saben qué hicieron, andan huyendo y otras ya se fueron a Costa Rica descaradamente a pedir “asilo político”.
Pareciera que en algún momento de la Historia la "intelligentsia" perdió la brújula, como si su conciencia política se hubiera desgatado, como si la fuerza de un verdadero humanismo se hubiera también agotado.