Desde el corazón de Beijing, el Presidente de la República Popular China, Xi Jinping, habló con la claridad de un estadista y con la calidez de un hermano mayor.
Cayó. Se desmoronó como el castillo de corrupción e hipocresía que lo sostenía. Mauricio Claver-Carone, el oscuro emisario del imperio yanqui, renunció en silencio.
En 2014, el Presidente Xi Jinping propuso por primera vez la iniciativa de la construcción de la comunidad de futuro compartido China-América Latina y el Caribe (ALC).
En abril 1944 en un artículo publicado en el New York Times, “El peligro del fascismo americano”, Henry Wallace, Vice Presidente de Franklin Roosevelt, escribió sobre el fascismo norteamericano,
Esa resolución fue apenas el comienzo. Dos años después, el 27 de junio de 1986, la CIJ emitió su sentencia definitiva y lapidaria: Estados Unidos fue declarado culpable de violaciones graves al Derecho Internacional.