En tanto la gran oligarquía logró tenernos como rehenes del oscurantismo, como si se tratara de una doctrina, una idea o un concepto religioso, nos metieron en la cabeza que cada 12 de octubre teníamos que reverenciarlo.
Los nicaragüenses tenemos una gran responsabilidad con nuestro país. Podrán decirme que ese es el primer deber de todo ciudadano en beneficio de la tierra que lo vio nacer y tienen razón.